Comentario de texto: La tierra y la cuestión social. (Joaquín Costa, 1902)


  •  Clasificación del texto

El texto pertenece a la obra de Joaquín Costa, titulada La cuestión social y la tierra, publicada en el año 1902.  Es de carácter histórico-literario, con contenido político, social y económico. Es una fuente primaria, porque fue redactado de forma contemporánea a los hechos.
El texto tiene carácter público y su destinatario es todo aquel que pueda acceder a los libros y la cultura, lo que a principios del siglo XX en España era un pequeño porcentaje de la población. La intención del autor es criticar la situación del país en la época.
El autor es de carácter individual y subjetivo, ya que se muestra claramente la argumentación de sus ideas. Esto se debe a que el autor constituye una de las figuras más importantes del movimiento regeneracionista, corriente crítica contra el régimen de la Restauración que se desarrolló en nuestro país entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

El autor es de carácter individual y subjetivo, ya que se muestra claramente la argumentación de sus ideas. Esto se debe a que el autor, profesor de la Institución Libre de Enseñanza, es una de las figuras más importantes del movimiento regeneracionista, corriente crítica contra el régimen de la Restauración que se desarrolló en nuestro país entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX.


·                  Análisis
La idea principal del texto está reflejada en el lema “Escuela y despensa”, como manera de solucionar la miseria vivida en aquellos momentos, es decir, se trata de la crítica hacia un sistema ineficaz, el liberalismo. El autor defiende que para que el pueblo sea realmente libre es necesario hacer reformas en educación para acabar con analfabetismo y reformar también la agricultura
En cuanto a las ideas secundarias, se basan en las consecuencias que conllevaría no mejorar la situación; si no se mejora la cultura, la escuela y la economía  la persona no es libre, ya que, por ejemplo, aquel que no sabe no puede decidir por él mismo, por lo que acabaría dirigido por otro aunque vaya en contra de sus intereses. Además, dice, que los gobiernos sólo han dado a conocer la libertad del individuo a través de los medios de prensa, pero no físicamente.


·         Contexto histórico
La obra a la que pertenece este texto se encuadra en la segunda época de la Restauración que se inicia con el reinado de Alfonso XIII en 1902, fue escrita tres años después del desastre del 98, que supuso la pérdida de nuestros territorios coloniales, imposibles de retener tras la intervención de Estados Unidos en el conflicto.

Este hecho provocó que sociedad y a la clase política española se encontraran en un estado de desencanto y frustración. Para quienes la vivieron, significó la “destrucción del mito del imperio español, además, la prensa extranjera presentó a España como una nación moribunda, con un ejército totalmente ineficaz, un sistema político corrupto y unos políticos incompetentes, opinión que coincide con gran parte de la población española: Por una parte los partidos antidinásticos (republicanos y socialistas) junto a los nacionalistas catalanes y vascos señalaban la necesidad de reformar el sistema político canovista, y, por otra parte, la burguesía y los economistas atribuían los males del país al atraso de las estructuras económicas de España.

Esta situación provocó el surgimiento del regeneracionismo, Joaquín Costa, y los escritores de la generación del 98 señalaban grandes diferencias entre la “España oficial” y la España real. Creían que la regeneración sólo era posible abordándola “desde abajo”, ya que sólo conociendo la España real se podrían alcanzar las soluciones a los problemas de España.


Además de las consecuencias sociales, el desastre del 98 tuvo repercusiones económicas y políticas. En la política se rompió, en los últimos años de la Regencia (1886-1902), la estabilidad creada por los dos líderes de los partidos dinásticos. En la economía, la industria catalana perdió un excelente mercado para sus productos y unas materias primas baratas, pero logró atraer los capitales de los indianos enriquecidos; además, los grandes gastos de la guerra ocasionaron la devaluación de la peseta, la inflación, el aumento del déficit del Estado y la necesidad de aumentar los impuestos y reformar la Hacienda. El ejército se sintió gravemente humillado y exigió a los sucesivos gobiernos una modernización del armamento para recuperar el prestigio perdido; además, la pérdida de miles de jóvenes llamados a “quintas” que lucharon en las colonias y la deserción de otros muchos puso en entredicho el sistema de reclutamiento. Por último, destacamos el auge de los movimientos nacionalistas, sobre todo en el País Vasco y en Cataluña, donde la burguesía industrial comenzó a tomar conciencia de la incapacidad de los partidos dinásticos para desarrollar una política renovadora.

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